Sociedad de Alambre



Todos los días al prender la tv. o navegar un poco por Internet nos inundan las publicidades donde aparecen mujeres hermosas, esbeltas con rostros despampanantes o hombres con facciones que parecen sacadas de algún Dios griego, con sus cuerpos musculosos y con un perfecto color de piel, pero díganme la verdad ¿Cuándo han visto a uno de esos dioses pasarse por las mismas calles que ustedes recorren a diario?

Cuando escuchamos la palabra ‘modelo’ de inmediato pensamos en fama, belleza, dinero, espectáculo pero también en drogas, trastornos, enfermedades; Para nadie es un secreto que las modelos son como estrellas de rock viven siempre a millón y donde todo pasa demasiado rápido, a los 15 ya son consideradas mayores, a los 25 si no has arrancado, ya es demasiado poco probable que lo hagas y a los 30 ya eres toda una veterana para seguir en este mundo, aunque hay excepciones -como todo en esta vida, claro esta- como Adriana Lima  o Alessandra Ambrosio que a sus 37 siguen siendo unas de las modelos más cotizadas de Latinoamérica, pero ¿Se han dado cuenta de la influencia que tienen estas modelos en la sociedad actual? Claro que lo hemos hecho! No podemos negar que, en algún momento, de niñas fantaseábamos que éramos unas súper modelos que caminaban por una pasarela donde todos los reflectores apuntaban directamente hacia nosotras y los presentes coreaban nuestros nombres como si fuéramos lo más cool de este mundo, pero no era más que eso, una fantasía; el problema se presenta cuando las niñas (en su mayoría) se obsesionan con esto y quieren imitar a estas Diosas sin importar si se les va la vida en ello.



Es indudable que la moda, intenta proyectar una imagen personal perfecta y la presión por la delgadez, alimentada por distintos medios en la sociedad en que vivimos, está influyendo de manera importante en la aparición de los trastornos alimentarios, pero ¿Por qué la moda ha dejado de preferir a las antiguas modelos que como Marilyn Monroe tenían unas curvas bien marcadas por modelos como Angelina Jolie que a kilómetros se le pueden ver los huesos? Como bien lo dijo Jordi Sierra I Fabra en su libro “Las chicas de alambre”, “Una mujer exuberante inspirará una clase de deseo. Pero una mujer muy delgada, casi evanescente, inspirará otro, y tan fuerte o más que el primero. La delgadez extrema despierta compasión, ternura, cariño... vulnerabilidad —ésa es una de las claves—, tanto como fuertes emociones que van desde la posesión hasta, por asociación, la enfermiza idea de la muerte, que, no lo duden, continúa siendo un poderosísimo reclamo social.” Y esta proyección que genera la industria de la moda llega directamente a los espectadores donde los jóvenes se ven mucho más afectados puesto a la baja autoestima y el estrés que generalmente acompaña a esta edad y por supuesto el reclamo social por encajar, que los hace caer en conductas autodestructivas como lo son los Trastornos de Conducta Alimenticia.1



En Colombia Los comportamientos de riesgo frente a los TCA están creciendo. La Encuesta Nacional Nutricional hecha en 2010 demostró que alrededor del 6,5 % de las personas en el país tomaban píldoras para adelgazar, se habían sometido a dietas no prescritas, hacían ejercicio de manera compulsiva o vomitaban para evitar ganar peso. Cinco años después vimos la Encuesta de Salud Mental, donde apareció un aumento del 9,8 % de estas conductas problemáticas. Este tipo de trastornos se ha convertido en la tercera enfermedad crónica entre los jóvenes y adolescentes, lo que la convierte en un problema de salud pública. Los últimos estudios epidemiológicos concluyen que el 6% de la población femenina entre 12 y 24 años estaría afectada por la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón. Para no subir de peso comen Kleenex, mascan hielo, tragan algodón. También se provocan el vómito, utilizan laxantes, se condenan a la inanición. Pero la relación problemática con la comida no se reduce sólo a la anorexia, la enfermedad mental más mortal. La bulimia y los atracones alimenticios son otros trastornos del comportamiento alimentario (TCA) que amenazan a la sociedad, en especial a las mujeres entre 16 a 25 años.

Y esto nos lleva a pensar no solo en los diferentes tabúes que existen en nuestro día a día, sino que en realidad lo "humano" que hay en nosotros es muy relativo.
La moral ha sido partícipe de nuestros dogmas desde siempre, en cada acto que realizamos. En caso de ser una acción "buena" , queremos ser observados y si es "mala" la negamos.

Los discursos de lo correcto nos hablan sobre como deberíamos amarnos a nosotras mismas tal y como somos, pero en las portadas nunca exponen a las modelos tal y como son, o que lo digan los editores de imágenes.
Y así, cada día más niñas intentan seguir ideales imposibles, ejemplos impuestos que resultan inalcanzables para terminar en una constante frustración... Bien ha hecho Francia (cuna de la moda) al prohibir los concursos de modelaje para las menores de edad... ¿a caso solo ellos se dieron cuenta del daño que se esta causando en una sociedad que funciona a base de prejuicios?
 Danna Valeria Vargas Colmenares



Bibliografias



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